lunes, marzo 9

Y nada quema más que esta ansiedad, Juan Lapeyre

no hay un centro solamente límites
y desde cada uno me encuentro y me pierdo
cada instante llama y sofoca
y cada luna distinta y distante aparta al corazón
hasta dormirlo en su bosque

el aire camina conmigo
susurrándome
ennegreciendo el latido mientras me canso

un eco dibuja en mi conciencia
una vena de luz que cuenta las esperas
como gotas de nieve que se deshiela
una a una
crujiendo mientras se quiebra
la piel por donde el cielo se desliza a buscarme

¿qué este ruido ronco que persiste
en medio de este rumor de gente?

ha venido a verme el tiempo fallecido
ha roto conmigo el espejo de las horas
y ambos lloramos
aniquilados en la misma larga galería
a punto de salir uno de los dos
limpio del derrumbe

y nada quema más que esta ansiedad
en que se vierte el alma
hasta perderse y hallarse cada día